Una de las confluencias astrales que más gusta es la unión entre los amantes cósmicos.
Según la mitología, la Diosa de la Belleza y el Dios de la Guerra eran amantes e incluso tuvieron hijos, Cupido y Eres.
Estos dos planetas reflejan por tanto la unión de dos personas que se aman y causalmente este año se unen en Leo, el domicilio del romance, el amor y los sentimientos… claro que mal vibrado, estos amantes pueden estar moviéndose entre orgullos y rencillas.
No cabe duda que tener enfrente al Dios del tiempo y en tensión al Dios del ingenio, no puede traer nada más que sorpresas, entre ellas, uniones o desuniones, entrada de personas nuevas y, por qué no… algún romance que igual de rápido que viene, igual de rápido se irá.
Lo que estemos viviendo, tiene mucho que ver con lo que estábamos deseando hacia el 22 y 23 de junio y donde allí hicimos los movimientos precisos para cumplir algún que otro sueño.
Es importante que mires en tu carta natal y revolución solar que casa tienes en el área Leo, porque allí es donde están los amantes y la luna con efecto de nueva, forjando un nuevo futuro como contraparte del orden y la autoridad de Saturno, y es que, el corazón manda.